Editorial

Cambio de gabinete: ¿más realismo y mejor gestión?

  • T+
  • T-

Compartir

Al cumplir su primer año de gobierno, el Presidente Boric efectuó un ajuste de su gabinete de ministros que venía siendo anticipado -y solicitado, incluso por sectores oficialistas- desde hace meses. El cambio ministerial no tocó el núcleo del equipo político del Ejecutivo -Segegob, Hacienda, Interior, Segpres, Trabajo-, sino algunas de las carteras donde se percibían déficits de gestión, ya fuera a nivel técnico o político, como en el caso de Cancillería, donde se renovaron la ministra y ambos subsecretarios.

El Gobierno necesita como nunca desplegar nuevas habilidades y mostrar una actitud más cercana al realismo político que al dogmatismo ideológico.

Este cambio de gabinete, el segundo de cierta envergadura luego del realizado con posterioridad al plebiscito constitucional de septiembre pasado, dista de ser el ajuste de fondo que algunos analistas y voceros políticos preveían. Esto, porque sin duda son más de cinco las carteras donde hay deudas desde el punto de vista de los resultados; pero aun así llama la atención el hecho de que desde el propio Ejecutivo se ponga el acento en la necesidad de mejorar la gestión, punto especialmente resaltado por los titulares de Interior (jefa política) y Hacienda (jefe económico) en sus intervenciones de prensa ayer.

En efecto, pese a lo relativamente acotado del cambio ministerial, la gestión parece estar hoy en el centro de la preocupación del Gobierno: qué tan bien se hacen las cosas. Ese reconocimiento es positivo, pero muy claramente parcial e incompleto. En seguridad, crecimiento, salud y educación -por nombrar sólo cuatro- existen evidentes déficits de los cuales el nuevo gabinete no se hace cargo. Falta, entonces, concretar el interés por una mejor gestión a través de otras medidas, que pueden tener relación con cambiar a las autoridades responsables, pero que probablemente tengan más que ver con cambios en las ideas, los enfoques y las políticas.

El anuncio hecho ayer por el ministro de Hacienda en cuanto a que no insistirá con el mismo proyecto tributario rechazado la semana pasada en el Congreso, sino con uno nuevo, para el cual convoca a un amplio acuerdo político y promete mayor disposición al diálogo, es una de esas señales. Tras los fracasos iniciales a nivel constitucional y tributario, el Gobierno necesita más que nunca desplegar nuevas habilidades y mostrar una actitud más cercana al realismo político que al dogmatismo ideológico.

Lo más leído